Las adversidades y los hechos desagradables siempre ocurrirán. La pandemia ha demostrado una vez más esta máxima. Pero ante un panorama sanitario y económico tan desastroso, algunas personas no se limitaron a lamentarse y consideraron la situación aparentemente desesperada como una oportunidad para diversificar y desarrollar sus negocios. Por ejemplo: las fábricas de azúcar produjeron alcohol, los restaurantes intensificaron su reparto y las personas que perdieron sus empleos se arremangaron para convertirse en empresarios.
En esta conferencia, Mary Elbe muestra que observar los acontecimientos de la vida (especialmente los negativos) desde una perspectiva optimista (positiva) es esencial para que el empresario actúe con felicidad y pueda producir más, aumentando su rentabilidad.