La felicidad ocurre en nuestro cerebro. Al tratarse de un órgano con multiplasticidad, podemos condicionar el cerebro para que tenga una visión más positiva y optimista de la vida. Esto puede hacerse mediante actitudes de positividad que desencadenen reacciones neuroquímicas que promuevan el bienestar. Adoptar actitudes que liberen estas reacciones son llamadas por Mary Elbe una DOSIS de felicidad, harán toda la diferencia y cambiarán la vida de una persona haciendo que la propia mente proporcione un poderoso remedio al cerebro, contra la ansiedad, la tristeza, la soledad, la frustración, la depresión, la baja autoestima, la poca motivación. La DOSIS de felicidad se consigue a través de la liberación en nuestro cuerpo de las siguientes hormonas: