Producida en la glándula pituitaria, con una fuerte contribución al sentimiento de felicidad, la oxitocina es llamada la hormona del amor. Es lo que se libera en el cuerpo cuando una madre amamanta a su bebé y cuando abrazamos a alguien o hacemos buenas acciones. La oxitocina está intrínsecamente relacionada con el amor, el afecto y los cuidados. En este sentido, es muy importante que reforcemos los lazos con nuestra familia, amigos y parejas sentimentales.
Mary Elbe muestra en esta presentación qué actitudes se pueden tomar para adquirir hábitos que contribuyan a la producción de esta hormona del amor y la felicidad.